Como en cualquier ámbito, empezando por nuestra vida personal y terminando por el ámbito profesional, cuidar los detalles será lo que nos haga diferentes, y ser diferentes es lo único que nos hará distinguirnos en un terreno tan saturado como es el de los eventos. Por ello, rodearse de profesionales que cuiden, desde un primer momento, cada una de las piezas que componen este sector, es imprescindible para lograr un resultado de diez.
Todo evento nace de un sueño, de una idea, a raíz de la cual creamos el concepto sobre el que trabajará todo el equipo. Por eso, entender todos los detalles desde el primer momento,
por insignificantes que parezcan, es fundamental para marcar la diferencia
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Si tuviéramos que elegir una frase célebre que resuma a la perfección el trabajo que hay detrás de la figura del organizador/a de eventos sería esta de Walt Disney "Supongo que mi fórmula podría ser: sueña, diversifícate y nunca pierdas los detalles".
Muchas veces se cae en el error de pensar que los detalles solo los podemos ver en la fase de ejecución del evento, es decir, cuando son percibidos por los sentidos. Sin embargo, desde el primer contacto con nuestro cliente, debemos atender cada particularidad para crear una buena comunicación y captar a la perfección su idea. Esta comunicación es fundamental si queremos generar empatía y un ambiente de trabajo idílico que se traducirá en resultados excepcionales el día de la fase de ejecución del evento.
Sin duda, el trayecto hasta esta fase de ejecución del evento , estará marcado por el esfuerzo y el trabajo en equipo. Es en este momento cuando no debemos dejar pasar nada por alto. No podemos dar por hecho que algo no es importante, es preferible detenerse y "perder el tiempo" con un detalle que aparentemente es inútil , a correr el riesgo de dejar atrás un detalle primordial.
Estos son algunos de los detalles en los que pararse a pensar
antes de dar por cerrado cualquiera de las fases del evento: pre-evento, evento y post-evento:
¡Llegó la hora de demostrar que se ha cuidado hasta el último detalle del evento! Cuidar todas las fases tiene su recompensa y no dejar nada a la improvisación será el detonante para que tanto tu cliente como sus invitados disfruten de todas las piezas del evento, generando en ellos una visión y experiencia global inolvidable.